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LA ETIQUETA DE UN VINO

La etiqueta de un vino es lo primero que ve el consumidor a la hora de elegir cuál llevarse a casa, por eso es importante elegir bien nuestro diseño. Tu etiqueta cumple un papel muy importante, ya que de su diseño dependerá cómo perciba el cliente tu marca, y ello conseguirá que te posiciones por encima o por debajo de tu competencia.

Consejos a la hora de diseñar tu etiqueta

Cuando diseñamos una etiqueta debemos prestar atención a cada detalle, teniendo en cuenta lo que queremos transmitir con ella, su legibilidad, que contenga la información que debe… y que al verla el público entienda qué producto que se está vendiendo, por ejemplo si vendemos vino tinto usaremos tonos que lo resalten fácilmente.

Aquí os dejamos algunos consejos que podrían ser útiles a la hora de diseñar tu etiqueta:

· Tipografías legibles. Para el nombre del vino se puede jugar con alguna tipografía decorativa, pero para la información de la propia etiqueta siempre hay que tener en cuenta la legibilidad. En cuanto a tipografías, nunca deben utilizarse más de 2/3 en un mismo diseño; lo que puedes hacer es jugar con la variedad existente dentro de la propia tipografía.

· Destaca lo más relevante primero, como podría ser el nombre del vino o su variedad o añada. Jerarquiza la información.

· Sé coherente con lo que transmite tu diseño, que encaje con la identidad de tu marca.

· Elección de colores, imágenes y texturas que reflejen el tipo de vino que se está vendiendo.

· Los materiales de mejor calidad marcan la diferencia. Asegúrate de que sean resistentes al frío y humedad, para que la etiqueta no se deteriore hasta el momento de su venta/consumo.

· Debe tener toda la información obligatoria para cumplir con la normativa vigente.

Información obligatoria en una etiqueta

Todas las etiquetas tienen una normativa que seguir, con una información obligatoria que debe aparecer en ella. A la hora de diseñar tu etiqueta debes asegurarte de que cumpla con dicha normativa, tanto en contenido como en tamaño del mismo.

Un error habitual es colocar la información obligatoria pero a un tamaño erróneo porque se quiere un formato de etiqueta concreto y mucha información dentro del mismo. Lo mejor es empezar el diseño teniendo en cuenta el espacio que abarcará lo obligatorio primero, y en función de ello diseñar el resto de la etiqueta.

Alguno de los datos que deben figurar en tu etiqueta de vino son: Denominación de venta (tipo de vino) // Grado alcohólico (% vol.) // Volumen nominal (contenido neto en litros, centilitros…) // País de origen (el país donde se ha producido el vino, y si es necesario, la zona protegida como una Denominación de Origen o Indicación Geográfica protegida) // Embotellador o Importador.